AritzAranburu
BIO
Aritz Aranburu es uno de los deportistas más grandes que ha dado Euskadi. Proviene de una familia humilde de pescadores, el principal pilar de su triunfo. Su abuela arreglaba redes y su abuelo traía chipirones de Getaria. Recuerda paseos en bote con su abuelo a quien llamaban el guapo de la playa. Aritz, con sólo 2 añitos, robaba los “paipos” en la playa así que con tres años le regalaron uno. Le llamaban “Power Txiki”, por la potencia que tenía en sus piernas siendo tan pequeño.
Desde entonces ya apuntaba maneras, su forma de mirar el mar era distinto a los demás. Desde siempre a Aritz le atraía el campeonato del Mundo que pasaba por Zarautz: las tablas de surf, el movimiento de gente… Él mismo afirma que no podía dormir los días antes del campeonato. Aritz se negaba a hacer la primera comunión si no le compraban una tabla de surf. Para su sorpresa, un día le llevaron al garage y le dieron su primera tabla. Con siete años comenzó a coger sus primeras olas. Sus influencias fueron Kelly Slater, Andy Irons y Tom Curren, aunque también le gustaban Shane Powell y Kalani Robb.
Aitor Francescena “Gallo” fue el que más creyó en él y el que le entrenó. Tenía fe en el potencial de Aritz y en alguna ocasión llegó a declarar que Aritz Aranburu alcanzaría el WCT. El tiempo le dio la razón, las promesas se cumplieron y Aritz, 10 años después entraba en el Top mundial.
La potencia de sus giros son espectaculares, echa mucha agua y eso le da un punto extra a la hora de la valoración por los jueces. Además tiene un don para encontrar y surfear los mejores tubos de una manga. Tiene una lectura estupenda para las olas con tubos, sabe donde posicionarse y coger la mejor. Cuando las olas son pequeñas su surf desluce y otros surfistas que dominan los aéreos pueden ser más espectaculares, pero eso no impidió que lograra su meta.
Aritz Aranburu nunca ha dejado la cima, aún estando fuera del WCT. Sigue apostando por el surf de siempre: usar más el canto, pisar fuerte, hacer giros fuertes y ser más que la ola, trasladar la sensación de que la ha reventado. “Es donde más me he apoyado siempre y donde yo me he sentido cómodo. No hay que olvidar que el surf es una manera de expresarse. Es diferente a un ejercicio medido al milímetro de gimnasia rítmica, por ejemplo; en el surf la ola, que nunca es igual a la anterior, empieza a romper y hay que adaptarse a ella. Es un reto tras otro” ha declarado Aritz.
Aranburu se convirtió en 2007 en el primer surfista del estado, y el quinto de Europa en alcanzar la máxima categoría de este deporte. Estuvo en esa categoría dos temporadas, junto con las estrellas del surf. Además volvió a ese circuito en 2014. La clasificación era más complicada que nunca ya que el circuito se volvió mucho más elitista y complicado. La ASP (Asociación de Surfistas Profesionales) redujo el WCT de 45 a 32 surfistas. El formato de competición también se hizo mucho más complejo y con menos opciones. Sin embargo, volvió a conseguir la hazaña y logró colarse entre los mejores surfistas del planeta.
Ahora, además del circuito privado, uno de sus objetivos es lograr una plaza para competir en los juegos de Tokyo. En el pasado Mundial de Miyazaki terminó 31º.