Pau Echaniz, palista de Basque Team, logra el bronce olímpico en la final de kayak
Pau Echaniz Pau Echaniz se ha colgado el bronce en el K1 del piragüismo eslalom de los Juegos de París y se ha quedado a un paso del oro y de la plata en una igualada final. Ha sido en una final sufridísima pero en la que el joven, a sus 23 años, ha competido a lo grande y ha subido al podio en su primera participación olímpica.
Pau fue campeón por patrullas en los Juegos Europeos disputados el pasado año en Cracovia, logró la plaza olímpica en el Mundial de 2023 en Lee Valley y le puso nombre y apellido en el selectivo interno para ganarse unos Juegos y llevarse ellos el tercer metal más preciado.
Pau pertenece a una familia que respira piragüismo por todos los poros. No en vano, es hijo del entrenador Xabi Echaniz, quien fuera olímpico en Barcelona 92, y convive con él y con la pareja de éste, Maialen Chourraut, triple medallista olímpica.
Echaniz ha entrado hoy en la final en la duodécima posición, al límite, siendo el último piragüista clasificado. Pero si algo tiene el piragüismo slalom es que cada manga es un mundo y en cada una de ellas, siempre hay esperanza.
Tras ese resultado, en la final ha salido en primera posición, sin referencias, dispuesto a llevar a cabo su piragüismo, y tratando de realizar una bajada casi perfecta. Dicho y hecho.
Echaniz ha marcado la pauta desde el inicio con un tiempo de 88.87 segundos, por debajo de los 90 segundos que hacían falta para soñar. Los minutos iban pasando y los competidores también. Nadie era capaz de destronarle. Tan solo el italiano Giovanni de Gennaro (88.22) y el francés Titouan Castryck (88.42) le han superado por un escasísimo margen para convertir en realidad la apuesta olímpica de Pau.
Echaniz lograba el objetivo fundamental de realizar una bajada rápida. El único toque realizado en la puerta 19, en la parte final del recorrido, con el que ha sido penalizado con dos segundos, ha acabado privándole del oro. Eso sí, sin referencias del resto de sus rivales, los 88.87 segundos eran más que prometedores con once contendientes por realizar su bajada, una vez que la referencia más rápida de las semifinales eran los 89.51 del británico Joseph Clarke. Pau había logrado el gran reto de bajar de noventa segundos.
Echaniz era segundo y faltaban siete hombres por terminar. El suizo Martin Dougoud, muy rápido, se saltaba una puerta y se quedaba quedaba fuera de combate. El checo Jiri Prskavec se descartaba tras dos toques. El eslovaco Jakub Grigar se trababa a mitad del recorrido. El austriaco Felix Oschmautz sumaba dos toques. Y Echaniz seguía segundo a falta de tres rivales.
El francés Titouan Castryck se atrancaba algo más en la segunda parte, pero marcaba un 88.42 que le dejaba segundo, al borde del oro y con Echaniz tercero. Los jueces han revisado un posible toque del galo, pero no lo han concedido y ello hacía que Echaniz necesitara fallos de los dos rivales restantes para subir al podio.
Un toque en la parte final ha sacado de la pelea por las medallas al alemán Noah Hegge para dar paso al minuto y medio más largo de la carrera deportiva del guipuzcoano: su medalla dependía de no ser adelantado por el británico Joseph Clarke. El sueño se ha hecho realidad cuando Clarke se quedaba clavado en el camino hacia la puerta 7. Ha ido empeorando para dejar la medalla en bandeja a Pau.