Respeto. Es una de las palabras que verbaliza Jose Mari Mendiola al tratar de describir lo que es para él el judo; una actividad que empezó a practicar con cinco años y en la que ya lleva 20, unos cuantos de ellos en el alto nivel. La Unesco propone este deporte por sus muchos beneficios, como la capacidad de autocontrol o las opciones que otorga para relacionarse con el resto de personas. Así lo subraya Jose Mari en el capítulo, acompañado entre otros, por la ex judoca olímpica Oiana Blanco, su entrenador, Julen Idarreta, o su entrenadora en la selección estatal, Raquel Barrientos.
Jose Mari afirma que está en uno de los mejores momentos de su carrera, a pesar de haber comenzado el ciclo olímpico con una lesión. Cuidar la parte física y mental es importante, pero lo es igualmente trabajar la táctica. En el judo, como en la vida, en el proceso de alcanzar un objetivo se dan pasos hacia adelante y otros hacia atrás, se entrelazan la euforia y la irregularidad, pero es necesario tener una razón de ser, un ‘ikigai’, concepto muy presente en la cultura japonesa. A pesar de los altibajos, aunque a veces se pierda la motivación, hay que saber lo que realmente se quiere, trabajar y creer aferrado o ligado a un sueño.
