Residencia Madrid
Nacimiento 1998-05-04
Deporte Deportistas
Bio
Clara Azurmendi Moreno es una deportista que compite en bádminton, en la modalidad individual.
Aunque compaginó el bádminton con el baloncesto durante cuatro años y la altura estaba de su parte (mide 1,83 metros), terminó decantándose por las raquetas, lo que cambió su vida por completo. Dejó San Sebastián con apenas 14 años para trasladarse al CAR de Madrid, donde se ha formado con Fernando Rivas en el grupo de la campeona olímpica y mundial Carolina Marín, a quien considera su amiga y «un espejo» en el que mirarse para seguir entrenando con sacrificio y constancia.
La estudiante de Fisioterapia cree que su altura es una desventaja a la hora de jugar al bádminton, en especial en lo relativo a los volantes abajo o la defensa, pero lejos de desmotivarse se esfuerza el doble para lograr sus objetivos. En su tiempo libre es habitual encontrarla disfrutando de un buen libro, algo que le viene de familia, ya que sus padres son los propietarios de la librería Donosti de San Sebastián.
El último año ha estado lleno de incertidumbre para Clara. Primero una fascia y después el covid-19, provocaron el aplazamiento de muchas de las pruebas de su calendario. Más tarde se infectó y tuvo que pasar un mes confinada, viendo cómo la competición regresaba sin ella, perdiéndose competiciones importantes como el campeonato de Europa. Ya recuperada, la donostiarra ha ganado con solvencia en junio de 2021 el Open de Austria y el campeonato de España tanto en individuales como en dobles, y ha visto como la lesión de Carolina Marín en su ligamento cruzado anterior ha supuesto su debut en unos Juegos.
En su trayectoria deportiva destaca la medalla de bronce ganada en los Juegos Europeos de Bakú 2015 y la participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nankín 2014, obteniendo el 5o lugar en la prueba individual.
Clara Azurmendi Moreno es una deportista que compite en bádminton, en la modalidad individual.
Aunque compaginó el bádminton con el baloncesto durante cuatro años y la altura estaba de su parte (mide 1,83 metros), terminó decantándose por las raquetas, lo que cambió su vida por completo. Dejó San Sebastián con apenas 14 años para trasladarse al CAR de Madrid, donde se ha formado con Fernando Rivas en el grupo de la campeona olímpica y mundial Carolina Marín, a quien considera su amiga y «un espejo» en el que mirarse para seguir entrenando con sacrificio y constancia.
La estudiante de Fisioterapia cree que su altura es una desventaja a la hora de jugar al bádminton, en especial en lo relativo a los volantes abajo o la defensa, pero lejos de desmotivarse se esfuerza el doble para lograr sus objetivos. En su tiempo libre es habitual encontrarla disfrutando de un buen libro, algo que le viene de familia, ya que sus padres son los propietarios de la librería Donosti de San Sebastián.
El último año ha estado lleno de incertidumbre para Clara. Primero una fascia y después el covid-19, provocaron el aplazamiento de muchas de las pruebas de su calendario. Más tarde se infectó y tuvo que pasar un mes confinada, viendo cómo la competición regresaba sin ella, perdiéndose competiciones importantes como el campeonato de Europa. Ya recuperada, la donostiarra ha ganado con solvencia en junio de 2021 el Open de Austria y el campeonato de España tanto en individuales como en dobles, y ha visto como la lesión de Carolina Marín en su ligamento cruzado anterior ha supuesto su debut en unos Juegos.
En su trayectoria deportiva destaca la medalla de bronce ganada en los Juegos Europeos de Bakú 2015 y la participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nankín 2014, obteniendo el 5o lugar en la prueba individual.
Clara Azurmendi Moreno es una deportista que compite en bádminton, en la modalidad individual.
Aunque compaginó el bádminton con el baloncesto durante cuatro años y la altura estaba de su parte (mide 1,83 metros), terminó decantándose por las raquetas, lo que cambió su vida por completo. Dejó San Sebastián con apenas 14 años para trasladarse al CAR de Madrid, donde se ha formado con Fernando Rivas en el grupo de la campeona olímpica y mundial Carolina Marín, a quien considera su amiga y «un espejo» en el que mirarse para seguir entrenando con sacrificio y constancia.
La estudiante de Fisioterapia cree que su altura es una desventaja a la hora de jugar al bádminton, en especial en lo relativo a los volantes abajo o la defensa, pero lejos de desmotivarse se esfuerza el doble para lograr sus objetivos. En su tiempo libre es habitual encontrarla disfrutando de un buen libro, algo que le viene de familia, ya que sus padres son los propietarios de la librería Donosti de San Sebastián.
El último año ha estado lleno de incertidumbre para Clara. Primero una fascia y después el covid-19, provocaron el aplazamiento de muchas de las pruebas de su calendario. Más tarde se infectó y tuvo que pasar un mes confinada, viendo cómo la competición regresaba sin ella, perdiéndose competiciones importantes como el campeonato de Europa. Ya recuperada, la donostiarra ha ganado con solvencia en junio de 2021 el Open de Austria y el campeonato de España tanto en individuales como en dobles, y ha visto como la lesión de Carolina Marín en su ligamento cruzado anterior ha supuesto su debut en unos Juegos.
En su trayectoria deportiva destaca la medalla de bronce ganada en los Juegos Europeos de Bakú 2015 y la participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nankín 2014, obteniendo el 5o lugar en la prueba individual.
Clara Azurmendi Moreno es una deportista que compite en bádminton, en la modalidad individual.
Aunque compaginó el bádminton con el baloncesto durante cuatro años y la altura estaba de su parte (mide 1,83 metros), terminó decantándose por las raquetas, lo que cambió su vida por completo. Dejó San Sebastián con apenas 14 años para trasladarse al CAR de Madrid, donde se ha formado con Fernando Rivas en el grupo de la campeona olímpica y mundial Carolina Marín, a quien considera su amiga y «un espejo» en el que mirarse para seguir entrenando con sacrificio y constancia.
La estudiante de Fisioterapia cree que su altura es una desventaja a la hora de jugar al bádminton, en especial en lo relativo a los volantes abajo o la defensa, pero lejos de desmotivarse se esfuerza el doble para lograr sus objetivos. En su tiempo libre es habitual encontrarla disfrutando de un buen libro, algo que le viene de familia, ya que sus padres son los propietarios de la librería Donosti de San Sebastián.
El último año ha estado lleno de incertidumbre para Clara. Primero una fascia y después el covid-19, provocaron el aplazamiento de muchas de las pruebas de su calendario. Más tarde se infectó y tuvo que pasar un mes confinada, viendo cómo la competición regresaba sin ella, perdiéndose competiciones importantes como el campeonato de Europa. Ya recuperada, la donostiarra ha ganado con solvencia en junio de 2021 el Open de Austria y el campeonato de España tanto en individuales como en dobles, y ha visto como la lesión de Carolina Marín en su ligamento cruzado anterior ha supuesto su debut en unos Juegos.
En su trayectoria deportiva destaca la medalla de bronce ganada en los Juegos Europeos de Bakú 2015 y la participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nankín 2014, obteniendo el 5o lugar en la prueba individual.
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