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Triatlón 16
diciembre
2022

«Los sueños están ahí para pensar en ellos y de eso vivo»

La paratriatleta Rakel Mateo ocupa el sexto puesto en el ranking mundial y espera clasificarse para sus terceros Juegos

Rakel Mateo ha tenido una temporada muy complicada, llena de obstáculos, aunque la deportista de Mungia es una persona acostumbrada a superar los muchos problemas con los que se encuentra en el camino. «Ahora a final de temporada, ya que acabo de terminar el 24 de noviembre con el Mundial, la verdad que ahora me siento muy bien porque estoy recuperada de este año, que ha sido un poco complicado. Ahora ya me siento bien, ya pensando en la temporada que viene, y con ilusión» afirma Rakel.

La primera cita importante del año para Mateo fue el campeonato de Europa. Un pequeño incidente en una concentración en Sierra Nevada hizo que no llegara en su mejor momento a Polonia; aún así, cosechó la medalla de plata. «No iba al cien por cien a Polonia porque yo pensaba en empezar en Yokohama pero viniendo de Sierra Nevada me di un golpe, y era tonto, pero resultó que tenía una costilla fisurada y otra rota. Eso me rompió un poco los esquemas pero conseguí llegar al Europeo. Dentro de la circunstancia en la que me encontraba, no se pudo nadar, con lo cual se convirtió en duatlón, y ahora mismo soy mejor nadadora que corredora, pero bueno, la realidad del momento era la que era, así que muy contenta y bien» declara Rakel.

Tras dejar atrás el Europeo, la siguiente cita importante del año era el Mundial de Abu Dhabi. Sin embargo, un nuevo revés obligó a Rakel a pasar por el quirófano, dejandole muy poco tiempo de preparación, sobre todo en la carrera a pie.

«Me noté algo raro en el muñón y lo consulté porque parecía una inflamación pero el 12 de julio me tuvieron que intervenir y eso me hizo tener que ir eliminando carreras y llegó el Mundial, que era el 24 de noviembre, y seguía que iba muy justita. Sabía que si no pasaba nada nadar y bici lo podía hacer bien, pero tenía claro que la carrera iba a ser muy dura, y efectivamente así lo fue. Pero bueno, ha terminado bastante bien la temporada dentro de los altibajos que he tenido» admite la paratriatleta de Mungia.

El objetivo en el Mundial era terminar la carrera, puntuar y no quedar descolgada en el ranking mundial. Rakel terminó quinta en el campeonato del Mundo y es sexta en la general de su categoría: PTS2. «Se pasan muchísimas cosas por el cuerpo. Soy yo la que compite y da la cara pero hay mucha gente que me ayuda, me emociono solo de pensarlo, y tengo que luchar hasta el final» afirma una emocionada Mateo.

Rakel y su actual entrenador, Roberto Corujo, también técnico de otras triatletas, como Gurutze Frades, están en constante aprendizaje. Los cambios en el cuerpo de Rakel y en las prótesis, obligan a la vizcaína y a su entorno a tener que llevar a cabo constantes ajustes. «Yo he estado más de veinte años con una pierna totalmente recta y corriendo con muletas y ahora de repente me veo con una prótesis que articula la rodilla, y además los brazos los llevaba siempre abajo. Un montón de cosas, que si piensas en los brazos igual te despistas de la prótesis, y no voy a lanzar el muñón hacia delante… de repente piensas: qué de cosas!» bromea Rakel.

2023 será un año muy importante. Estarán en juego las clasificaciones para los Juegos de París. Rakel Mateo atesora dos diplomas paralímpicos. El primero lo consiguió en Río 2016 y el segundo en Tokio 2020. Ahora el reto es subirse al podio, algo que Rakel Mateo no descarta: «Al menos no puedo decir ‘y si lo hubiera intentado…’ . Esa frase ya no está, porque creo que he luchado hasta el final. Me duele mucho es frase y por eso ya no la quiero decir. Todas aspiramos a medalla y sé que no hay para todas. Yo todos los días me levanto diciendo, Rakel, que sí, que vas a poder, Rakel vas a estar en París. Tengo dos tatuajes, ‘esperanza’ y ‘sueños’. Son palabras que están conmigo. La esperanza es lo último que se pierde y los sueños están ahí para pensar en ellos y de eso vivo».